Venezuela tiene "derechos" pero también "obligaciones" en lo que respecta a su política nuclear, declaró este martes el presidente estadounidense, Barack Obama, en conversación con medios hispanos en la Casa Blanca.
Estados Unidos sigue queriendo tener buenas relaciones con dicho país pero le seguirá pidiendo cuentas en derechos humanos y libertades políticas, añadió Obama.
"Venezuela tiene derechos a la hora de desarrollar pacíficamente el poder nuclear pero también tiene obligaciones... de no convertirlo en armas", señaló el presidente.
"Tenemos una política que se aplica a todos los países y esperamos de ellos que obedezcan esas políticas", añadió, en referencia al Tratado de No Proliferación Nuclear.
Chávez inició la semana pasada una gira que lo llevó entre otros a países que son considerados hostiles o totalitarios por Washington.
Tras visitar Rusia, con cuyo gobierno firmó un acuerdo para construir una central nuclear en Venezuela, el líder venezolano viajó a Bielorusia y luego a Irán.
"He dicho repetidamente que queremos una mejor relación con Venezuela. Se lo he dicho en privado al presidente (Hugo) Chávez lo que ya he dicho públicamente, que el antagonismo entre nuestros dos países no es inevitable", dijo.
"Queremos que el pueblo de Venezuela mejore económicamente, y también que su voz sea escuchada por su gobierno", pidió Obama.
"Eso no es algo que podamos imponer desde el exterior, pero continuaremos alentando (el respeto a) los derechos humanos y la libertad de prensa y de partidos políticos en Venezuela", explicó.
Estados Unidos sigue sin embajador en Venezuela después de que su nominado, Larry Palmer, no fuera aceptado por el gobierno de Chávez.
Ambos países mantienen un constante forcejeo diplomático que aumentó tras el intento de golpe de Estado contra Chávez en 2002.
La llegada al poder de Obama supuso un cierto relajamiento en la relación bilateral, en especial con el encuentro de ambos presidentes en la cumbre de las Américas en Trinidad, hace poco más de un año.
Pero Estados Unidos continúa señalando al país sudamericano, mediante informes oficiales del Departamento de Estado, por su cercanía a Irán y la situación política interna.