domingo, 26 de diciembre de 2010

Tenemos la cara que nos merecemos

Las arrugas son el mejor de los males en caras cada vez más flácidas | Los excesos dejan huella en el rostro, pero el modelo actual de sociedad marca también los rasgos de la cara | Comer fuera de casa y mal, dormir poco o el estrés dejan señales en los rostros.
lavanguardia.es
La cara puede que sea el espejo del alma, aunque lo que está claro es que el rostro emite un mensaje propio y es reflejo del estado de salud, de las experiencias vividas o del ánimo de la persona. Pero ¿tenemos la cara que nos merecemos? Cirujanos plásticos y expertos en el proceso del envejecimiento responden afirmativamente a esa pregunta. El paso del tiempo deja huella en el rostro, y esas marcas serán más o menos acentuadas en función de cómo se ha vivido la vida. Los excesos, la mala alimentación, el estrés, la falta de sueño o prolongadas exposiciones al sol pasan factura –junto con el factor genético– a la fisonomía facial.
Y si se trata de analizar caras, las hay que son como libros abiertos. Ahí está el rostro de Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones, cuya fisonomía es un fiel reflejo de una intensa y acelerada vida. Sería la cara que muchos padres enseñarían, seguramente, a sus hijos para advertirles de las huellas que pueden dejar en el rostro los excesos de una vida poco ordenada. Lo corrobora Antonio Tapia, cirujano plástico del hospital Quirón de Barcelona, que se refiere a la cara de Richards como “el rostro que define a toda una generación”. La factura de ese sobreesfuerzo físico y el consumo continuado de sustancias para sobrellevarlo –añade Tapia– “ha propiciado un envejecimiento acelerado”. Pero no es patrimonio exclusivo de Keith Richards. “La actual sociedad deja también huellas muy marcadas en las caras”, afirma Josep Maria Serra Renom, catedrático de Cirugía Plástica y Estética. “Hoy en día también podemos afirmar que además de tener la cara que nos merecemos, tenemos el rostro que nos marca un modelo de vida concreto”, añade este médico, que es también presidente del Instituto de Cirugía Estética del hospital Quirón de Barcelona. Serra indica que la vida acelerada de hoy en día –comidas fuera de casa, dietas poco equilibradas, el tabaco, el permanente estrés o las pocas horas de sueño– pasa factura a los rasgos faciales. Y los pacientes que deciden acudir al quirófano para borrar esas huellas parecen sacados de un mismo patrón. En el noventa por ciento de los casos tratados en las clínicas de cirugía, “los tratamientos se aplican a caras flácidas, que nada tienen que ver con grandes excesos ni consumos abusivos de drogas”, añade este catedrático.
La moda de engordar y adelgazar a ritmos acelerados tiene buena parte de culpa en las deformaciones de los rostros, con piel que cuelga por el cuello y toda la cara. Antonio Tapia comparte esta teoría. “Hoy en día más que doparse (afirma al referirse a las drogas) la gente se medica para aguantar el ritmo de vida marcado por este ambiente tan competitivo”. Y hay otro factor que favorece el envejecimiento precoz del rostro, como “es el prolongado tiempo que se pasa, tanto de día como de noche, en locales cerrados”, añade este médico. Las caras de esta sociedad moderna quizás no sean tan duras como la de Keith Richards, pero las huellas marcadas por los hábitos de esta acelerada vida, en teoría normal, son igual de evidentes.
La arruga, llegados a este punto, parece lo más natural. Es la huella que más cuesta borrar de la cara, pero bien llevada –coinciden también ambos cirujanos– debe considerarse como lo más natural. Sería un error pensar que una cara con muchas arrugas es sinónimo de una vida con muchos excesos. Y es que el envejecimiento acelerado de una cara marcada por las arrugas tanto lo puede provocar una desordenada vida como la exposición prolongada al sol de una persona que, por ejemplo, juega cada mañana durante años al golf”, revela Serra.
Josep Maria Serra concluye que muchas de las actuales caras son fruto, “más que de una mala vida, de los dañinos hábitos impuestos por la sociedad moderna”. Y las huellas en esos rostros se repiten: bolsas en los ojos, exceso de piel en el cuello, prominentes papadas, mofletes caídos… En resumen, rostros flácidos que transmiten un mensaje tan nítido como el que destila una cara de facciones duras, que sería el caso del guitarrista de los Rolling Stones.
Esa factura en las caras que paga la actual sociedad coincide con una creciente devoción del culto al cuerpo. La imagen ha pasado a ocupar el primero de los puestos en las relaciones humanas y eso explica el incremento de trabajo en las consultas de cirugía, a las que acuden personas que quieren borrar esas huellas de sus caras. El error, advierte Antoni Salvà, director del Institut d’Envelliment de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), “es obsesionarse con ese culto al cuerpo y no reconocer como algo natural que el cuerpo envejece”. Para este médico, “no aceptar una arruga es lo mismo que no asumir que uno tiene que hacerse viejo”.

Ciencia sorprendente: 10 fotos “imposibles” para el ojo humano

Luis Monje y Antonio Sabater, aprovecharon sus cámaras y filtros fotográficos para obtener grandes instantáneas de la ciencia.
de10.com.mx
La lente de una cámara puede dar mayor emotividad a los hechos científicos. Las investigaciones dentro de un laboratorio, la mandíbula de un animal o una simple flor, pueden causar un mayor interés dentro de una buena fotografía.
Los fotógrafos Luis Monje y Antonio Sabater de España, tienen una larga trayectoria en el campo de la fotografía científica. Sus imágenes han sido publicadas en revistas científicas de fama internacional.
El portal de internet de la revista Quo de España, publicó imágenes de estos maravillosos artistas fotográficos. En De10.mx te presentamos diez excelentes fotografías científicas.
Científicos de la Universidad de Alcalá, España, estudian fetos con malformaciones genéticas. Luis Monje capturó la imagen de un feto con labio leporino.

Las reacciones químicas suelen emitir energía hacia el exterior. La más usual es la luz química, menciona el sitio madrimasd.org. En la imagen, se ve a Luis Monje sosteniendo un tubo de ensayo en el que se presentó una intensa reacción de quimioluminiscencia entre difeniloxalato y agua oxigenada.

Luis Monje realizó la siguiente fotografía para detectar patrones que utiliza la flor y que el ojo humano no puede ver. El fotógrafo utilizó luz ultravioleta. El efecto que provoca la luz es similar a la visión de los insectos.
Para obtener una imagen de este tipo es necesario tener una luz ultravioleta y un filtro que permita solamente el paso de esta luz, menciona el sitio universitarios.cl.

El mismo Luis Monje captó esta fotografía de la rosaleda de la Universidad de Alcalá, utilizando un filtro infrarrojo, el cual es sensible a la longitud de onda que emiten los objetos calientes, menciona el portal bottup.com.

La siguiente imagen de la planta nuclear de Trillo también fue tomada con un filtro infrarrojo. La fotografía infrarroja es utilizada, principalmente, para aspectos militares, astronómicos y médicos, señala bottup.com

Luis Monje tomó esta fotografía de un hongo Mixomicete Nivícola sobre una madera en descomposición.

Monje retrató el moho Mixomicete. El organismo en un principio parece ameba, más tarde forman masas gelatinosas y, por último, desarrollan un cuerpo que forma esporas.

Para realizar la siguiente instantánea, se utilizó uno de los pocos microscopios electrónicos de barrido ambiental que existen. La imagen fue fotografiada para el Museo de la ciencia vasco

La mandíbula de un lince ibérico fue capturada por el fotógrafo Antonio Sabater, quien realizó un estudio sobre el felino.

De Chaplin...

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Traté de sustituir personas insustituibles
, de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas, más también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y …
Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) ¡¡ pero sobreviví¡¡Y todavía vivo!!
No paso por la vida.
Y tú tampoco deberías sólo pasar… VIVE!!!
Bueno es ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más para ser insignificante.
(Autor: Charles Chaplin)